ESPIONAJE COMO ESTRATEGIA DE GUERRA

A escasos días de cumplir un mes de estar respirando en territorio anglosajón, con muchas luchas tomo fuerzas para escribir acerca del espionaje, táctica usada para realizar una buena estrategia de guerra para aventajar al enemigo y someterlo de tal forma que no vuelva a levantarse, pero las guerras siempre que haya maldad, se levantarán, pues en mis batallas he sentido el sabor de la derrota, ser derribado me ha enseñado que jamás seré destruido, porque El que siempre me ve, me toma de su mano y me dice: «¡levántate, porque tienes que llegar a la meta!» De pronto emerjo del abismo y me doy cuenta que todo me ayuda para bien.

Muchas han sido las veces que he querido soltarme de su mano para morir y su amor me convence a ponerme en pie, pues viendo a mi alrededor no hay nadie, todas las promesas bien intencionadas de los que confié, se han disipado, y con mi actitud término culpando de todo y dándole la espalda, al que jamás me ha abandonado, cuando he pensado que no hace nada, sigue de pie confiando en mí, y pasa que cada levantada de mi última vergonzosa derrota, me siento más fuerte, pues empiezo a parecerme al que me levanta, que aunque sufre en cada batalla, su sonrisa está en su rostro, esa sonrisa que evitó que Pedro se suicidara después de su derrota, de la cual Judas no pudo escapar. En el tema muchas batallas, una guerra  podrán ver una derrota que terminó en victoria.

Cuanta frustración hay en la derrota, pues se ventila el desaliento, cuando se ven aniquiladas aquellas fortalezas, con las cuales se aseguraba una victoria inminente. ¡Ay del camino de Emaús cuando escasean esas palabras capaces de hacer que arda el corazón muerto por la decepción, la tristeza y la conmiseración! Cuando su noticia es estado de calamidad por voceros sin ningún tipo de escrúpulo, pues ese es su negocio, llaman bueno a lo malo y malo a lo bueno, se alimentan del miedo. Ya habían pasado tres días de la muerte de sus esperanzas, pues sabían que su líder tenía todos los recursos para liberarlos del imperio romano, pero había sido derrotado, según ellos, por eso se retiraban a Emaús.

Los japoneses en secreto construyeron al buque de guerra más grande de la historia, el Acorazado Yamato, el cual podía hacerle frente a un buque de similares características artilleras o varias unidades menores de la Armada de los Estados Unidos, el principal rival marítimo del Imperio del Japón en el Pacífico. La batería principal del Yamato consistió en nueve cañones de 460 mm, el mayor calibre de artillería naval jamás montado en un buque de guerra. Llegó el día en que el Yamato lo enviaron a atacar a las fuerzas estadounidenses que invadieron las islas Filipinas durante la batalla del Golfo de Leyte. A punto de conseguir la victoria, las fuerzas japonesas se retiraron creyendo que se estaban enfrentando a una flota de transporte estadounidense completa en lugar de a un pequeño grupo de escolta, que era lo único que se interponía entre el Yamato y los vulnerables transportes de tropas. El gigante Goliat huye ante el pequeño David, pero después es hundido junto con más de 2000 jóvenes soldados.

En la segunda guerra mundial, el espionaje era utilizado para ver quién construía las armas más sofisticadas y destructivas por un lado, y por otro para ver quien llegaba primero al espacio. El famoso círculo de Cambridge, compuesto por 5 personas contratadas por la KGB, se infiltraban como topos para descubrir las fortalezas y debilidades de su adversario, por otras fuentes corrían los rumores de creer que el enemigo poseía la mejor arma, esto causaba terror en las filas de los soldados en el momento del enfrentamiento y subestimaban sus capacidades como le sucedió al Yamato. El poderío simbólico del Yamato fue tal que algunos ciudadanos japoneses creían que su país nunca sería derrotado mientras el barco pudiera luchar. Hoy sólo quedaron los mitos de lo que pudo haber sido el Acorazado más grande de la historia.

En la guerra civil de los USA, en el periodo de gobierno de Abraham Lincoln cuando en el enfrentamiento de los de la Unión con los Confederados, Lincoln aprovechó la invención del globo de hidrogeno, en donde a cierta altura emitían señales que permitían que los artilleros acertaran con un grado de precisión nunca visto en un área objetivo ciega y dispersa, ya que el globo realizaba su labor de espionaje, buscando la debilidad del enemigo. Algunos historiadores piensan que si el comandante general de Lincoln hubiera confiado siempre en la visión del globo, se hubiera evitado tanto derramamiento de sangre. Lincoln es asesinado en un musical de teatro por subestimar a su enemigo, cuando un actor le acierta un tiro en la cabeza; una guerra ganada, donde su líder muere.

Todo enfrentamiento, ya sea para ganar una medalla, un título, un trofeo, será determinado según los argumentos construidos en la mente del ser humano. Noten lo absurdo que es cuando se enfrentan dos equipos de football, en donde uno de ellos se encuentra en desventaja por ser visitante, ya que se sentirá amenazado por los aficionados del equipo contrario, situación que puede restarles fuerza en el terreno de juego. ¿Por qué esto sucede? En el enfrentamiento de los filisteos con los israelitas, del ejercito filisteo salió un campeón llamado Goliat, cuya estatura era de casi 3 metros, tenía un casco de bronce sobre la cabeza y llevaba una cota de malla de bronce, que pesaba 75 kilos, tenía grebas de bronce en las piernas y una jabalina de bronce colgada entre los hombros, el asta de su lanza era como un rodillo de telar y la punta de su lanza de hierro pesaba 6.84 kilos y su escudero iba delante de él.

El Acorazado buque de guerra de ese entonces llamado Goliat, se paró y gritó a las filas de Israel: "¿Para qué han salido a ponerse en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo Filisteo y ustedes siervos de Saúl? Escojan un hombre y que venga contra mí. "Si es capaz de pelear conmigo y matarme, entonces seremos sus siervos; pero si yo lo venzo y lo mato, entonces ustedes serán nuestros siervos y nos servirán." De nuevo el Filisteo dijo: "Hoy desafío a las filas de Israel. Denme un hombre para que luchemos mano a mano. Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del Filisteo, se acobardaron y tuvieron gran temor.

Durante 40 días el filisteo vino mañana y tarde presentándose en desafío, construyendo una gran fortaleza mental, que hacía que el corazón de Israel se hiciera agua, pero en el campo se encontraba un humilde pastor llamado David, a quien se le ordenó llevar alimento a sus hermanos que estaban en el ejército; al darse cuenta de lo sucedido, ardió su corazón y preguntó: ¿Quién es este filisteo incircunciso para desafiar a los escuadrones del Dios viviente?, David en su pregunta no menciona  a los escuadrones de Saúl, sino a los escuadrones del Dios viviente. Goliat no sabía que estaba desafiando al todo poderoso, por eso él llamaba a un guerrero de Saúl. Al parecer los espías filisteos no habían podido identificar bien a su enemigo y creían que era Saúl. Amigo lector ¿Sabe tu enemigo quien es tu aliado? ¿Sabes tú quien es tu aliado?  De ello dependerá el resultado de tu batalla. Los USA se fortaleció por las alianzas que consiguió, pero la más importante fue la que hizo con su Dios, a quien hoy le está dando la espalda y las consecuencias se están gestando.

David dijo a Saúl: “No se desaliente el corazón de nadie a causa de él; su siervo irá y peleará con este filisteo.” Y añadió: “El SEÑOR, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de la mano de este filisteo.” Y Saúl dijo a David: “Ve, y que el SEÑOR sea contigo.” Sucedió que cuando el filisteo se levantó y se fue acercando para enfrentarse a David, éste corrió rápidamente hacia el frente de batalla para enfrentársele. David sacó una piedra y la lanzó con la honda, hiriéndole en la frente; la piedra se hundió en la frente de Goliat y cayó a tierra sobre su rostro; pero no había espada en la mano de David. Entonces David corrió y se puso sobre el filisteo, tomó su espada, la sacó de la vaina y lo mató, cortándole la cabeza con ella. Así venció David al filisteo con una honda y una piedra. Cuando los Filisteos vieron que su campeón estaba muerto, huyeron.

Pues a pesar que vivimos en este mundo, no hacemos la guerra de una forma carnal; porque las armas que usamos para hacer la guerra no son del mundo. Por el contrario, ellas tienen el poder de Dios para demoler fortalezas. Nosotros derribamos argumentos (especulaciones, sofismas) y toda clase de arrogancia que se levante contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento, y lo hacemos obedecer a Cristo (2Cor. 10:3,5).

El miedo es la perturbación angustiosa, causada por un riesgo real o imaginario y que existe solamente en la mente y que puede llegar a nublarnos el juicio y en el mejor de los casos a advertirnos del peligro, pero a través de argumentos puede llegar a construir una fortaleza de ladrillos, llamados pensamientos, que necesitaremos derribar. El diseño de tu armadura y los materiales para su construcción son espirituales, si usas otros materiales no te protegerán como a Goliat no le protegió la suya, aunque uso materiales resistentes de la época, pereció. A continuación veras su diseño y construcción:

 

Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la VERDAD, protegidos por la coraza de JUSTICIA, y calzados con la disposición de proclamar el EVANGELIO DE LA PAZ. Además de todo esto, tomen el escudo de la FE, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la SALVACIÓN y la espada del Espíritu, que es la PALABRA DE DIOS. (Efesios 6:14,17)

Con esta armadura podrás vencer a los Acorazados y gigantescos Goliats. Que Dios te bendiga ricamente y sane tus dolencias y te de Paz en Cristo Jesús nuestro Señor.

Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, potestades que dominan este mundo de tinieblas, fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. (Efesios 6:10,13)