Por esta razón me
arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y
en la tierra. Le pido, que por medio del Espíritu y con el poder que procede de
sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser…
(Efesios 3:14,16)
En muchas ocasiones he
escuchado de expertos del comportamiento, que el ser humano es un animal de
costumbres, que se adapta con facilidad a cualquier cambio. Lamentablemente las estadísticas muestran que cada día aumenta el porcentaje
de personas que mueren por suicidio o por sobredosis de drogas a causa de la
falta de identidad, de no poderse adaptar a las exigencias y amenazas de las
nuevas sociedades que se mueven por el consumismo y que puede terminar con matrimonios
destruidos.
El que tu valía esté
determinada por tu posición social, te obligará a alcanzar a cualquier costo
tus objetivos para sentirte bien y aunque para ello no mates a nadie y le robes
su patrimonio (que puede ser el caso), harás uso del costo de
oportunidades. El soltero se ausentará
de sus padres si es necesario, y si ya tiene hijos, no le dará la atención
debida y todo lo que se interponga en su camino lo apartará con cualquier medio
justificado para su fin; aunque esto más adelante le traiga consecuencias.
Se dice que la familia es la
base de la sociedad, pero eso no se fortalece en las universidades, quizá saque
de las calles a muchos, pero también a muchos los encierra en empresas,
volviéndose adictos al trabajo. Mientras
las jovencitas sin estudio en las áreas marginadas se casan o se unen a los 15
o 16 años, las féminas profesionales a
los 30 no piensan casarse, prefieren la unión libre para evitarse
responsabilidades. Ambos extremos tienen
sus efectos colaterales, haciendo que la familia pierda su razón de ser como
empresa que es.
Los
profundos cambios sociales y culturales de la sociedad en los últimos siglos han dado origen a importantes
transformaciones en las estructuras y en la vida, provocando el paso de la
llamada familia « patriarcal »
a la familia « nuclear ». La familia «patriarcal
», típica de la cultura agrícola, era normalmente una familia amplia,
constituida por el conjunto estrechamente coordinado de varios núcleos
familiares que convivían bajo un mismo techo, en torno a un mismo patrimonio y
bajo la autoridad común del cabeza- de familia. Era más bien una unión de
familias que una unión de personas; tenía su propia suficiencia cultural,
educativa y hasta económica. Una familia es más que Papá, Mamá e hijos, según
Efesios 3:14
El
fenómeno de la industrialización y de la
urbanización que se ha verificado en los tiempos modernos, ha llevado a
unidades familiares más pequeñas. Ha surgido así la familia
"nuclear", compuesta normalmente de los esposos y de uno a tres
hijos. De este modo la familia ha perdido sus funciones sociales, educativas y
económicas basadas en el amor y la libertad de opción. Naturalmente, también la
familia « nuclear» tiene sus innegables y desventajas: la soledad de peligros,
los esposos a merced de sus problemas afectivos y educativos, las exclusiones
de los ancianos de funciones familiares reconocidas y significativas, etc.
Estoy haciendo énfasis en la
familia, porque por su desintegración es que la sociedad adolece de muchos
males, algunos agudos que se pueden detectar fácilmente, pero los crónicos no
se diagnostican a simple vista, sólo vemos sus efectos. Conversando con un profesional en medicina me
dijo: << Las grandes ciudades viven estresadas y requieren de drogas para
no ir con demasiada prisa. >> ¿La humanidad requería de estupefacientes
para hacerle frente a los retos del nuevo milenio? “No por levantarse más temprano, amanecerá más rápido”“No por dormir más, se descansa más”
Estando en Sao Pablo Brasil,
conversando con el gerente de una empresa, me comentó que tuvo la oportunidad
de ascenso, ganando el doble de salario, pero con el inconveniente que debía
trasladarse a más de 500 kilómetros de su familia y que lo estaba considerando.
Semanas después me enteré que decidió quedarse por su familia y eso me
impresionó, porque se le veía muy
contento por la oportunidad que se le estaba presentando, y admiré su decisión.
Sin embargo, esto no fue suficiente para darme cuenta a tiempo de lo que yo estaba
sacrificando y fui relegado de mi posición como cabeza de hogar, ver a mis
hijas 2 ó 3 veces por mes; actualmente
las veo cada 3 ó 4 meses, porque no puedo caminar para ir a visitarlas.
_Al escuchar la alarma del
reloj, siento como agujas entrando en mi frente, mis parpados no puedo despegar
y mis ojos como río seco donde sólo hay arena, me lastiman las cuencas, pues mi
reloj biológico está en stand by (detenido) pero debo hacer un esfuerzo para
levantarme, porque ya son las 3 de la mañana del día lunes y debo ir a trabajar
como todo hombre responsable !wow! Que hombre!!.
_Ya me dispongo a salir y
voy al cuarto de mis preciosas hijas, quienes duermen y las veo para luego
marcharme sabiendo que estoy haciendo lo correcto y estar de regreso el día
viernes por la noche. El sábado por la
mañana me dirijo a la ciudad capital a estudiar una maestría y regresar por la
tarde. El domingo se repite la historia y por la tarde empiezo a sentir el
aliento atemorizante del día lunes que inminente hará su parusía.
Hay tantos sentimientos en éste
momento, que encuentro imposible describir lo que estoy sintiendo y solo puedo
preguntar, ¿Por qué fui tan estúpido? !!Cobarde!! Tanto intelecto, tanto
conocimiento, tanto egoísmo por alcanzar un lugar dentro del sistema, que perdí
el lugar que DIOS me había dado, enviándome 3 angelitos que me decían papi!!! Y
una mujer que daba la vida por mí (bueno, eso decía) y que llegó a aborrecerme
por mi desdén y apatía.
A DIOS gracias todavía
escucho a mis princesas decirme << papi >> aunque ya no es lo
mismo, perdí mi sacerdocio y quisiera cambiar las cosas. Gloria a DIOS porque no estoy cosechando todo
lo que sembré, por su infinita misericordia. Estar confinado a una silla de
ruedas por el momento, me detuvo de ir a prisa a todo aquello que me
esclavizaba.
Ahora anhelo correr al bien y
a la misericordia de mi PADRE, ejecutar la guitarra para entonar un cantico
nuevo para ÉL y aunque físicamente no puedo hacer ambas cosas, mi espíritu se
regocija por su Gracia y su perdón. Quiero casarme, tener más hijos, amar aún
más a mis hijas y compartir con ellas siempre y servirle a DIOS, pero, ¿Qué es
lo que DIOS quiere hacer con mi vida? Esto determinará lo que haré, porque yo morí el 26 de marzo del 2011 y la vida que ahora tengo le pertenece única y
exclusivamente a ÉL. Es una bendición formar parte ahora de la familia de DIOS,
en la cual corre la sangre real del Rey de reyes y Señor de señores.
Es el
anhelo de mi corazón que podamos comprender cuán ancho y largo, alto y profundo
es el amor de CRISTO, amor que sobrepasa nuestro conocimiento para que seamos
llenos de la plenitud de DIOS (Efesios 3:18,19).-
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