Hoy tuve
la visita de mis hijas después de 3 meses de no verlas y me quedé gélido sin
saber qué hacer y entre saludos, abrazos y esos enormes deseos de poder entrar
a sus corazones, se fue rompiendo el hielo. Era como un volcán a punto de hacer
erupción; contemplándolas una por una, pude darme cuenta de mis grandes
limitaciones. De pronto todo fue como un
suspiro, pues su madre poniéndose de pie dijo: << Debemos irnos porque ya es tarde >> Ante esta situación no
hice absolutamente nada para decir que necesitaba más tiempo para estar con
ellas y lo único que hice fue darles lo que muchos por obtenerlo, llegan a
odiar e incluso matar.
Ahora me
encuentro en mi cuarto tratando de contener las lágrimas y pidiéndole a DIOS el
resguardo de mis hijas, que me perdone por
subestimarme tanto, por sentirme tan impotente, pero creo que al amor no se le
puede obligar, si una de mis bebas hubiera manifestado su deseo de quedarse más
tiempo, entonces hubiera saltado como fiera.
Si supieran que tan sólo con oír sus voces hacen que mi corazón se
agite, que no daría mi vida por ellas, sino que la doy, sin embargo, es inútil
comparado con aquel que decidió aceptar la muerte de cruz (madero) por
rescatarnos y reconciliarnos con nuestro PADRE (Abba Padre).
No pude
evitar sentirme como un preso que regresaba a su celda después de una visita de
sus familiares, con la diferencia, que un reo dispone de más tiempo para las
visitas. No es mi intención hacerme víctima de esta situación, pues aquí las
únicas afectadas son mis hijas, porque aunque no soy la gran cosa, soy su
padre, esa figura paterna que fue puesta por DIOS para cubrir, proteger, crear
ese sentido de pertenencia y seguridad; por lo tanto soy el responsable,
lamentablemente en éste momento dependo de una silla de ruedas para movilizarme
y ellas están pequeñas, sólo mí Abby ya cumplirá 15 años y veo que sus
prioridades son otras, sin embargo es una adolecente que necesita ayuda.
Bendigo
al tío de mis hijas por haber permitido visitarme, ya que se desvió de su
destino para que yo estuviera un momento con mis hijas, así como a la madre por
el esfuerzo de cuidar de ellas y la abuelita por madrugar y llevarlas al
colegio he ir a traerlas todos los días.
Todo lo que ahora está sucediendo tiene un propósito para bien y es por
ello que fui motivado a escribir y compartirlo con ustedes, porque en medio del
llanto, de sentir que mi corazón se desprendía, escuché aquella voz decirme: <<
Así me siento yo cuando quiero pasar más tiempo contigo y no quieres o dices
que no puedes porque tus problemas son más importantes que yo >>
«¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas
y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus
hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido!. Hoy
todavía se escucha ese suspiro de Jesús por
Jerusalén al compungirse su corazón por la apatía y dureza del corazón de la
ciudad donde la gloria de DIOS se había manifestado, hasta que le dieron la
espalda por la criatura antes que al Creador.
Dejarías a tu amado por el placer y la comodidad? << Por supuesto
que no! me respondería alguien, porque mi corazón está despierto, atento a
escuchar la voz de mi amado y tener intimidad con Él >>
[Ella] Estoy
dormida, pero mi corazón está despierto. ¡Escuchen! ¡Oigan a mi amado tocando!
[El] ¡Abre para mí, mi hermana, mi amada, mi paloma, mía sin defecto! Porque mi
cabeza está mojada con rocío, mi pelo con la humedad de la noche (Cnt 5:2). Al
que ama su alma está tocando la puerta, suplicándole que le deje entrar para
disfrutar de su amor, wow!! Para los que nos sentimos solos, sufriendo por la
ausencia del ser que amamos y de pronto está tocando la puerta, será que le
abrimos? Tú lo harías?
[Ella] Me he
quitado la ropa; ¿tengo que ponérmela de nuevo? He lavado mis pies; ¿los
ensuciaré otra vez? El hombre que amo metió su mano por el agujero de la
cerradura, y mi corazón comenzó a golpear de sólo pensar en él. Me levanté para
abrirle al hombre que amo. Mis manos goteaban mirra –mirra pura corría de mis
dedos sobre la manilla del cerrojo. Abrí
para mi amado, pero mi amado se había vuelto e ido. Mi corazón me había fallado cuando él habló –lo busqué, pero no lo
pude encontrar; lo llamé, pero él no respondió (Cnt. 5:3-6)
Cuando la
Sulamita se levantó a abrir la puerta, su mano se llenó de mirra; mirra que su
amado había dejado en la cerradura, cuando luchando por entrar y no pudiéndolo
hacer, se fue. La mirra (del arameo
murra) significa amargor, es un aromático del amor y el AMOR es sufrido, todo
lo da, no pide nada a cambio. >>
Yo estoy a la puerta, toco y llamo, el que abre entraré >> Esto no fue
escrito para el mundo, sino para la Iglesia, su Pueblo, su Amada. Ella se levantó tarde, porque su corazón le
había fallado, es por eso que DIOS dice a través de su palabra escrita <<
Mas que toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida
>> Porque donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón; porque de la
abundancia del corazón habla la boca >>

En la
parábola del sembrador, Jesús les explica a sus discípulos cómo Satanás les roba
la palabra (semilla) con las aves (demonios) a los oyentes (siembra en el campo)
que están junto al camino, antes que eche raíz; que por no tener una raíz
profunda se marchita la palabra recibida con gozo temporal de los oyentes con
dureza en su corazón (pedregales); cómo se ahoga la palabra por los espinos y
se vuelven estériles los oyentes víctimas de las preocupaciones del mundo, el
engaño de las riquezas y los deseos de las demás cosas; de cómo dan fruto al
30, 70 y 100 veces mas, los oyentes que escuchan y aceptan la palabra. Estos son
misterios del Reino de DIOS para su Amada Iglesia y sus amigos, no para los
extraños. "El que tiene oídos para oír, que
oiga." (Mar 4:3,9 y 15,20)
Di: 'Así dice el Señor
DIOS a Jerusalén: "Por tu origen y tu nacimiento eres de la tierra del Cananeo, tu padre era Amorreo y tu madre Hetea. "En cuanto a tu nacimiento, el día que
naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua para
limpiarte; no fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales. "Ningún ojo
se apiadó de ti para hacer por ti alguna de estas cosas, para compadecerse de
ti; sino que fuiste echada al campo abierto, porque fuiste aborrecida el día en
que naciste. "Yo pasé junto a ti y
te vi revolcándote en tu sangre. Mientras estabas
en tu sangre, te dije: '¡Vive!' Sí, te dije, mientras estabas en tu sangre: '¡Vive!' "Te hice tan numerosa como la hierba del
campo. Y creciste, te hiciste grande y llegaste a la plenitud de tu hermosura.
Se formaron tus pechos y creció tu pelo,
pero estabas desnuda y descubierta.
"Entonces pasé junto a ti y te vi, y tu tiempo era tiempo de amores; extendí Mi manto
sobre ti y cubrí tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto contigo, y
fuiste Mía," declara el Señor DIOS (Eze 16:3,8).
Hoy es tiempo de
amores para quienes su amado les dijo: '¡Vive!' Tú tienes un pacto de amor con
DIOS? Te sientes solo(a)? Aborrecerá la
mujer el fruto de su vientre? Y si lo hiciera, yo jamás me olvidaré de ti, dice
el SEÑOR. Hoy Él puede visitarte y decirte: '¡Vive!' y hacer lo que la religión
por bien intencionada que sea, no puede
hacer ni hará.-
Amado Nervo dijo unas sabias palabras: "...porque veo al final de mi rudo camino
ResponderEliminarque yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas..."
A todos nos han dado la facultad de tomar nuestras propias decisiones. Lo que sembré, eso cosecharé y en esto fácilmente se puede ver que estamos solos en todo lo hacemos, pero no es así, ya que hay muchos factores determinantes, tanto internos o externos que influyen en nuestras decisiones. Hay cosechas que se las comen las orugas, los saltamontes y otras plagas, porque no supe cuidar mi viña, si, pero que he de hacer ante un ataque de langostas? mi cosecha se perdió.
ResponderEliminarYo tengo la certeza de que DIOS en su infinita misericordia puede hacer que recuperemos todo lo perdido. Así como poseemos dos hemisferios en nuestro cerebro, así hay también, luz y tinieblas. Puedo ser el mejor arquitecto de mi destino, pero en donde edificare? en la Roca inconmovible o en la arena. Necesitaré de una licencia y demás normas de construcción. Sigo creyendo en las oportunidades que el Arquitecto por excelencia me da para tener nuevos comienzos, porque Él no es mi ayer, ni mi mañana, sino mi HOY.-
Todos en nuestros afanes nos olvidamos de Dios por esta naturaleza pecaminosa que a diario nos asecha. Cuando estamos necesitados, entonces, buscamos de El, es lo maravilloso de esto, siempre esta ahi para socorrernos!!!!!.
ResponderEliminarAcerquémonos confiadamente a Dios en todo tiempo, busquémosle mientras pueda ser hallado, no hay momentos en la vida más preciosos, que los que pasamos a su lado en oración, meditación y alabanza.
Sigamos adelante viendo al Invisible, confiemos en El y El hará!!!!