«Mil cortes en las hojas del árbol del mal equivalen a uno solo en las raíces». Sólo podemos lograr una mejora considerable en nuestras vidas cuando dejamos de cortar las hojas de la actitud y la conducta y trabajamos sobre la raíz, sobre los paradigmas de los que fluyen la actitud y la conducta. (Thoreau)

lunes

La corrupción, asunto de cristianos

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar. (Gibran Jalil Gibran)
PESCADO SALADO PARA EVITAR SU CORRUPCIÓN


Está rico...mejor cierro los ojos así me concentro
En casa de mis abuelos, donde me críe, se tenía la costumbre de salar el pescado para luego ser consumido en los días festivos del romanismo. Esos días la pasaba mal, pues no me gustaba comer ese tipo de pescado, que por más que lo dejaban en remojo, la sal hacia acto de presencia en mi plato, ya que mis glándulas gustativas son muy sensibles a lo salado, pero había que comerlo, pues era la costumbre. El salar las carnes en la antigüedad era necesario para preservarlas en buen estado en largos periodos, por causa de no contar con los sistemas de refrigeración de la actualidad, y evitar la corrupción de dichos alimentos, pero en mi caso, ya contábamos con un refrigerador en casa, aunque era de gas, cumplía con todos los requerimientos para mantener en congelación cualquier tipo de carne muerta, y así evitar su corrupción por un periodo de tiempo. El único estimulante para atravesar esa carne por mi garganta era el entusiasmo de mi viejita bella, y si eso no bastaba, a lado derecho de la cocina se encontraba un chicote de tres puntas colgado, diciéndome: ¡Mejor comételo! Así que ante esas presiones, había que rempujarse esa carne muerta, preservada por varios meses, digerirla, y desechar los residuos en su momento. Gracias al limón y la salsa de tomate, mi vida no era tan trágica en esa época.

En nuestro país recientemente se está escuchando ya no en los rincones de las casas, o esos murmullos en lo secreto, sino que multitudes de personas  a voz en cuello, gritan en las manifestaciones: “Afuera los corruptos” “Estamos hartos de tanta corrupción, que renuncien ya”. Esta es evidencia real del repudio que el pueblo tiene hacia la práctica de la corrupción; del daño que hace ese flagelo a la sociedad, porque eso es lo que es: ”FLAGELO”. Instrumento usado por el verdugo para hacer daño a quien tiene esclavizado en contra de su voluntad, pero lamentablemente en algunos casos es a voluntad del esclavo. Las decisiones tomadas tienen sus efectos en la actuación humana, para bien o para mal. A estas manifestaciones hacen acto de presencia todo tipo de personas, unos indignados por dichas atrocidades y otros por no ser ellos los que están cometiendo el ilícito. Otros encuentran la oportunidad de ser vistos como honestos y la alternativa para solucionar los problemas de la población. Lo cierto es que la población está cansada de tanta corrupción, corrupción que se ha propagado en todo el aparato del estado y desea que eso termine ya.

Los discípulos discutían acerca de quién era el más importante entre ellos, y cuando Jesús les preguntaba de lo que hablaban, se quedaban callados. Sabían que su Maestro no estaría de acuerdo con lo que discutían. Ellos perdían de vista lo más importante de ser el “mayor”, el de “servir” a los demás y no ser servidos. _La sal es buena; pero, si pierde su sabor, ¿cómo se le devolverá? Les decía Jesús. Este es un dicho difícil de interpretar. No digo que no haya otras interpretaciones posibles, pero vean la siguiente. La sal tiene dos virtudes características. La primera es que presta sabor a las cosas. Un huevo sin sal es una cosa insípida. Cualquiera sabe lo desagradables que son muchos platos cuando no se les ha echado la sal necesaria. Segundo, la sal fue el primero de todos los conservantes. Para evitar que una cosa se eche a perder, se le pone sal. Los griegos solían decir que la sal actuaba como una nueva alma en un cuerpo muerto. La carne muerta se echa a perder; pero sazonada con sal conserva su frescura. La sal parece que le infunde una especie de vida. La sal defiende de la corrupción.

Ahora bien, el cristiano es enviado a una sociedad pagana para hacer algo por ella. La sociedad pagana estaba aburrida y hastiada. Los mismos lujos y excesos del mundo antiguo eran una prueba de que en su agotamiento aburrido estaba buscando alguna emoción auténtica en una vida de la que habían desaparecido todas las emociones. A ese mundo aburrido y agotado vino el Cristianismo, y la tarea del cristiano era impartir un nuevo sabor y un nuevo encanto a la sociedad, como hace la sal cuando se usa con los alimentos. Ese mundo antiguo estaba corrompido. Nadie lo sabía mejor que los mismos antiguos. Juvenal comparaba a Roma con una alcantarilla asquerosa. La pureza había desaparecido, y la castidad era desconocida. A aquel mundo corrompido llegó el Cristianismo, y la tarea del cristiano era aportar un antiséptico al veneno de la vida, una influencia limpiadora a toda esa corrupción. Exactamente lo mismo que la sal derrota la corrupción que ataca inevitablemente la carne muerta, así había de atacar el Cristianismo la corrupción del mundo. Así que Jesús le está presentando un desafío al cristiano. «El mundo -les decía- necesita el sabor y la pureza que solamente el cristiano puede aportar. Y si el mismo cristiano ha perdido el encanto y la pureza de la vida cristiana, ¿de dónde podrá sacar el mundo estas cosas? A menos que el cristiano, por el poder de Cristo, derrote la fatiga y la corrupción del mundo, estas florecerán sin reservas.

_Haya sal en sus vidas para vivir en paz unos con otros. Les dijo. Aquí debemos tomar la sal en el sentido de pureza. Los antiguos declaraban que no había nada en el mundo más puro que la sal, porque ésta procedía de las dos cosas más puras: el sol y el mar. La misma blancura resplandeciente de la sal era una señal de pureza. Así es que esto querría decir: «Haya en sus vidas la influencia purificadora del Espíritu de Cristo; sean purificados del egoísmo y de la codicia, de la amargura y de la ira y del rencor; sean limpiados de la irritabilidad y del mal genio y del egocentrismo, y entonces, y solamente entonces, podrán vivir en paz con sus semejantes.» En otras palabras, Jesús está diciendo que es solamente la persona que ha sido limpiada del egoísmo y está llena de Cristo la que puede vivir en verdadera comunión con los demás. No está diciendo que vivan aislados aborreciendo al mundo y esperando que pronto sea destruido y ellos sean salvos.


En tiempos de mis abuelos había valores que hoy sería ridículo practicarlos. Si un hombre era visto lavando ropa por una mujer, inmediatamente ella se ofrecía a hacerlo por él. Si un hombre veía a una mujer cargando algo pesado, corría a quitarle la carga y llevarla a su destino. Si un esposo andaba con su vestidura rota y sucia, eso era vergüenza para la mujer. Si una mujer andaba buscando quien le prestaba dinero, era vergüenza para su esposo. Había muchos valores que hoy se han perdido. Todo aquel que dice ser cristiano, debería estar avergonzado de toda la corrupción que se está gestando en el país, aunque Jesús dice que debemos ser la sal del mundo, debemos empezar en nuestra casa y después pasar a serlo en la comunidad, ciudad, departamento y el país, no intentar serlo solamente en casa y la congregación. Dios de tal manera amó al mundo, no dice que amó a los fariseos, saduceos y escribas en aquellos tiempos. Ni ahora a los evangélicos, católicos, mormones, testigos de Jehová, etc. etc. Aunque muchos intenten justificar que no está refiriéndose al mundo, sino a los escogidos dentro del mundo. Se están olvidando que por Él y para Él fueron hechas todas las cosas, visibles e invisibles. Toda creación es obra de sus manos. Se oye resonar aquella voz: ¡Pídeme y te daré por herencia las naciones! Lo que Juan vio en la isla de Pasmos: Las naciones que habrán de ser salvas, vendrán a la Jerusalén.


La corrupción se está cada vez más desarrollando por causa de la ausencia de la sal. Se está extendiendo las tinieblas, en ausencia de la luz. La modernización rechaza la sal y la luz. Su rechazo se inició en la Revolución Francesa, de allí nació el Modernismo, una generación que por rechazar la religión de los hombres, sacó a Dios su vida cotidiana, del Estado, de la Universidad, de la Nación y ahora gime por ver que el cáncer de la corrupción los está aniquilando. El hedor se ha expandido.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Si no tienes una cuenta de gmail(google) selecciona la opción "nombre/URL" e ingresa tu nombre, si la tienes asegúrate que ingreses tu cuenta y contraseña. Al publicarlo te saldrá el siguiente mensaje: »Se ha guardado su comentario«. La aparición del comentario en el sitio puede tardar unos momentos. Si no aparece el mensaje verifica que el formulario este limpio, de lo contrario no fue publicado. Publícalo nuevamente hasta que desaparezca del formulario donde ingresaste el comentario. Gracias por tus aportes.