«Mil cortes en las hojas del árbol del mal equivalen a uno solo en las raíces». Sólo podemos lograr una mejora considerable en nuestras vidas cuando dejamos de cortar las hojas de la actitud y la conducta y trabajamos sobre la raíz, sobre los paradigmas de los que fluyen la actitud y la conducta. (Thoreau)

lunes

Certeza y convicción como acción de FE en Cristo

…Nos hace estar seguros (certeza) de lo que esperamos, y convencidos (convicción) de lo que no vemos. Por ella, los de tiempo antiguo recibieron la aprobación de Dios.  Por ella, entendemos que el universo fue formado por la Palabra de Dios, de manera que las cosas visibles procedieron de lo que no se veía…
Hoy con un poco de dificultad logre llegar a un lugar de reunión, lugar donde muchas personas se reúnen para cumplir con la liturgia demandada por la religión (mandamientos de hombres) y muy pocas con la intención de recargar baterías, de degustar de la Shekhiná, de la Koinonía del Espíritu Santo con su pueblo. Por un momento pensé en abandonar el destino propuesto en mi corazón, pues no hicieron acto de presencia miríada de ángeles, ni buenos samaritanos, pero aun así continúe mi aventura haciendo uso de lo naturalmente posible, lo que mis ojos pueden ver y mis manos palpar. Después de bajarme del algo atrofiado microbús, supe que me llevaría un buen tiempo el cruzar la carretera por su afluencia de vehículos, pero de pronto un vehículo de reciente modelo se detuvo, mientras una mano aparecía indicándome que cruzara. Sabiendo que causaría una cola, tome aire y me dispuse a cruzar lo más rápido posible. Después de hacerlo, el vehículo seguía detenido y al levantar mi rostro para ver que sucedía, el caballero muy bien vestido me deseo un buen día.



Llegando a mi objetivo, me senté para tomar aire, y las lágrimas hicieron acto de presencia, las alabanzas eran como torrentes de agua fresca en mi alma sedienta y más tarde el sermón fue muy reflexivo, pues trataba de la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Al principio pensé que se trataría de un tema muy trillado en los sermones y que por respeto oiría. Pasados unos minutos hubo algo que resonó en mi corazón y abruptamente lo aceleró: «El cuerpo sin espíritu está muerto.» ¡Cierto! ¡Cierto! Un galeno lo estaba diciendo, pues citó las palabras de Santiago en donde exhorta a los hermanos a que busquen la justificación no sólo por la fe, sino también por las obras de la fe. Resulta que el espíritu de toda certeza de lo que se espera y convicción de lo que no se ve, se llama: «Obras, trabajos, cambios internos.» El cuerpo es muy útil, ahora que tengo esta discapacidad física, lo confirmo, ya que esa energía enviada de mi cerebro a través del sistema nervioso central hacia el sistema nervioso periférico se vio interrumpida, provocando distrofia muscular (pérdida de volumen o de las capacidades funcionales de un órgano o de un tejido), haciéndose difícil el que pueda caminar y realizar algunas tareas. Mi brazo izquierdo de un día para otro perdió su volumen, estaba delgado, lo que hacía imposible poder ejecutar mi guitarra. Poco a poco se ha ido recuperando y he logrado sonar tres notas, suficientes para entonar algunas melodías refrescantes.

Pequeño grano de mostaza
Anteriormente les mencioné de las veces  que he escuchado sermones sobre la fe, donde solamente hacen alardes de la misma, una fe que tiene apariencia de grandeza y fuerza, pero que no tiene vida. Ante esta situación, Cristo dijo que si la fe fuera como un grano diminuto de mostaza, grano difícil de ver, seriamos capaces de hacer muchas cosas que le serían imposibles de realizar a una persona de forma natural. Por supuesto que no se trata de hacer lo que se nos dé la gana hacer, porque la fe es en Cristo Jesús y es para hacer su voluntad. No se trata del tamaño, sino que ésta esté viva, porque donde esté el cuerpo muerto, allí se juntaran las aves de rapiña, dijo el proverbista; también menciona a las moscas muertas que hacen heder el buen perfume. No me extrañaría ver personas frustradas al darse cuenta que su fe no funcionó, que aquello que no veían, tuvieron convicción, y en lo que esperaban, certeza, pero no paso absolutamente nada. ¿Qué paso? ¿Falló Dios o fallaron ellos? El tema de la fe es de suma importancia ponerlo en práctica, sin ella es imposible agradar a Dios. No es un instrumento para agradarme a mí, como dicen los huitecos: “a mí mismo”, o los gringos: myself.

Hay mucho que hilvanar tocante a la fe, que Dios nos ayude para que no la veamos fe-a, y si logramos desarrollarla del tamaño de un grano de mostaza, será suficiente. Jesús rogó al Padre no para evitarle la «zaranda» a Pedro, sino para que en medio de ella, no le faltara la fe, para que una vez pasada la prueba, la confirmara a sus hermanos.

Juan Bunyan, el autor de El Peregrino, estaba angustiado por la inseguridad. «Todos piensan que su religión es la verdadera -se dijo-; los judíos, los moros y los paganos... y, ¿qué si a fin de cuentas, la fe, Cristo, y las Escrituras no son más que una de esas cosas «creo que sí»?» Pero cuando recibió la luz, salió gritando: «Ahora estoy seguro, lo sé!» La fe en Cristo es una esperanza que se ha vuelto certeza. Esta esperanza es tal que inspira toda la conducta de una persona. Se vive con ella y se muere con ella; su posesión es algo que hace actuar, no provoca estancamiento, acomodamiento y pasividad.


Ahora estoy seguro, lo sé!
Lo que parece atractivo al momento puede traernos dolor en el futuro; lo que nos hace un daño terrible en el momento puede que nos traiga la felicidad a la larga. El cristiano está seguro que a la larga, nadie puede desterrar la verdad, porque «grande es la verdad, y al final prevalecerá.»

Parecía que los Jueces habían eliminado a Sócrates, y que Pilato había acabado con Cristo; pero el veredicto del futuro dio la vuelta al del momento. Fosdick dice en alguna parte que Nerón condenó a muerte a Pablo; pero, pasados los años, llamamos Pablo a nuestros hijos y Nerón a nuestros perros.


Prometí no extenderme, espero haberlo logrado, hasta el próximo tema. Espero sus comentarios.

2 comentarios :

  1. Certeza y convicción no son sinónimos, ya que certeza es la garantía de lo que espero y la convicción es el convencimiento de algo sin haberlo visto. Lo menciono porque alguien me dijo que eran sinónimos y en verdad lo parecen, pero en su aplicación no, y eso sólo se puede ver usando las palabras griegas, pero no se preocupe, usted solamente póngale amor.-

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  2. Rony Leiva2/9/14 19:38

    Dios continue bendiciendo tu vida y tu camino mi hermano, y llenandote de sabiduria para enseñar a otros a traves de la lectura, tus temas siempre nos dejan mucho positivo, un abrazo mi amigo Mayno

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