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¿Quien eres en verdad? |
La
esposa de un comediante en una entrevista decía que no le causaba gracia las
bromas de su esposo en casa, porque muchas veces ella se encontraba en la disyuntiva entre pensar que
él hablaba en serio o estaba bromeando. Estos profesionales desarrollan una
gran capacidad de facilidad de palabra para endulzar el oído y una buena
apariencia física para entrar por los ojos de sus fans. Sólo ven una cámara y
un micrófono y se transforman automáticamente. Son los fans quienes pueden dar
inmortalidad, pero algunos únicamente han sido estrellas fugases porque pierden
la simpatía de seguidores que ya no encuentran satisfacción en venerar dichas
estrellas.

A
esos que el mundo ha subido al cielo para que brillen llamados «ídolos», viven angustiados
por mantenerse en la cima y los medios andarán siempre inmiscuyéndose en sus
vidas para mantener al tanto a los fans. Hay un dicho que dice: «Créate fama y
échate a dormir» Los famosos del mundo se caracterizan por hacer cosas
extraordinarias, sean buenas o malas, considerando que ambas son acciones
subjetivas, relativas, teóricas y tecnisistas. Usted alguna vez ha escuchado a
alguien decir: «técnicamente es verdad» cuando quiere justificar una mentira o
que en teoría una situación es diferente que en la práctica y sus palabras
lisonjeras nos convencen. Si no es suficiente harán uso de la relatividad y la
cosmología hasta dejarnos fascinados con una ciencia ficción que más parece «ciencia alucinación»

Es
tanta la presión de los medios, que se crean matrimonios escenográficos donde
la esposa se pierde en la mirada de su esposo, él la tiene tomada de la mano y
empieza un fuego cruzado de flechas de Cupido, provocando un sentimiento
profundo en sus seguidores, pero una vez las cámaras dejan de filmar y se da
por concluida la entrevista, cada uno se va por su lado. Tienen bien claro que
su unión los convierte en una deidad mucho más fuerte, mientras que otros al
separarse se inmortalizan. Los dioses griegos se reunieron a discutir como
persuadir a los mortales para que no cesara su adoración, porque ellos sabían
que sin la adoración la consecuencia trágica traería su muerte, ya que su alimento
provenía de ella. Esos dioses mitológicos en la actualidad siguen viviendo por
causa de los fans políticos, científicos y religiosos.

Cuando
se le preguntó a un misionero que fue lo que más le impacto en el tiempo que
compartió con los nativos que vivían en una isla muy remota, dijo: «La
expresión de alegría que manifestaron al comprender que Dios no era un tirano
caprichoso que los mantenía en la zozobra, sino que los amaba, fue lo que más
me impacto» Los nativos habían sufrido por décadas los azotes de la naturaleza
y pesaban que todo lo que les sucedía era por causa de los dioses y para
contentarlos sacrifican lo mejor que tenían, al extremo de ofrecer doncellas
vírgenes. ¿Qué estamos sacrificando hoy para mantener contentos a los dioses?
Usted dirá: ¿Cuales dioses, si eso es mitología? A diario escuchamos a través
de los medios lo que está sucediendo en el mundo; de cómo somos azotados por
los dioses tiranos y déspotas, generando una lucha por quitarles ese poder y
dárselo a otros dioses para que sienten en el Olimpo y seamos sus fieles
lacayos.
Dioses modernos

Los
economistas nos dicen que el dios inflación nos está castigando por la guerra
que hay entre las diosas oferta y demanda, las cuales no están satisfechas con
el intercambio de ofrendas de los mortales, porque el dios dinero perdió su
valor adquisitivo y los mortales son los responsables de haber enfurecido a los
dioses, así que habrá que sacrificar a algunos mortales para aplacar su ira.
Los políticos son los sacerdotes que ofician en el templo y administran las
ofrendas y convencen a los mortales que ellos son los enviados de los dioses,
los semidioses, los cesares, los vicarios, etc. etc. Son estos últimos los que
cada día presentan nuevos dioses para despojar de todo lo que se les antoja
para después decir que fue hecho por los dioses y lo decretan a través de leyes
creadas en el Olimpo llamado Congreso, Concilio o Senado. El que un político
goce de inmunidad lo convierte en un semidiós y en cada obra realizada recibe
adoración de los simples mortales que en su ignorancia no logran comprender que
están recibiendo despojos. Muchos están buscando protección de la diosa amparo
para evitar el abuso de poder de los dioses. El que tenga entendimiento,
entienda.-
««Él
era por naturaleza en la misma forma de Dios, y sin embargo no consideró el
existir en igualdad con Dios como algo a lo que tenía que aferrarse, sino que
Se vació de Sí mismo, y asumió la forma de un esclavo, haciéndose en todo como
los hombres. Y cuando vino con una apariencia humana que todos podían
reconocer, Se hizo obediente aun hasta el punto de aceptar la muerte....»»
Jesús era por naturaleza en la misma "forma" de Dios
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Hércules |
Aquí no se está
refiriendo a Hércules el semidiós hijo de Zeus. Hay dos palabras griegas para forma:
«morfé» y «sjéma». Las dos significan forma pero no quieren decir
la misma cosa. Morfé es la forma esencial que nunca cambia; sjéma es
la forma exterior que cambia con el tiempo y las circunstancias. Por ejemplo:
la morfé de cualquier, ser humano es su humanidad, y eso no cambia; pero
su sjéma está cambiando constantemente. Un bebé, un niño, un chico, un
joven, un hombre adulto, un anciano siempre tienen la morfé de la
humanidad; pero su sjéma exterior está cambiando todo el tiempo. Las
rosas, los tulipanes, los crisantemos, las dalias, etc., tienen todas en común
la morfé de flores; pero su sjéma es diferente. La aspirina y la
penicilina tienen una morfé común de medicinas; pero tienen una sjéma
diferente. La morfé no cambia nunca; la sjéma sí,
continuamente. La palabra que usa Pablo para decir que Jesús es en la forma de
Dios es morfé; es decir: Su esencia inalterable es la divinidad. Aunque
Su sjéma exterior cambiara, seguía siendo de esencia divina.
Jesús no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse
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Peleando por el trono |
Él
no tuvo por usurpación ser igual a
Dios. No consideró el existir en igualdad con Dios como algo a lo que tenía que
aferrarse. La palabra para usurpación
que hemos traducido por cosa a que
aferrarse es «harpagmós» que procede de un verbo que quiere decir agarrar, arrebatar. La frase puede
querer decir una de dos cosas, que coinciden en el fondo. (a) Puede querer decir que Jesús no
tuvo necesidad de arrebatar la igualdad con Dios, como trató de hacer el primer
Adán, porque la tenía por naturaleza. (b) Puede querer decir que no se aferró a
la igualdad con Dios, como reteniéndola celosamente para sí, sino se despojó de
ella voluntariamente por amor a la humanidad. Como quiera que lo tomemos, hace
hincapié en la divinidad esencial de Jesús.
Jesús Se vació de Sí mismo.
El
verbo griego "kenún"
quiere decir literalmente vaciar. Se puede utilizar de sacar el
contenido de un contenedor hasta dejarlo vacío, o derramar su contenido hasta
que no queda nada dentro. Jesús rindió de manera voluntaria la gloria de
la divinidad para convertirse en un hombre. Se vació de Su divinidad para
asumir Su humanidad. Es inútil preguntar cómo; no podemos más que permanecer
henchidos de santo temor al contemplar por la fe al Que es Dios todopoderoso
hambriento, cansado y en lágrimas. Aquí, en un último esfuerzo del lenguaje
humano, se atesora la verdad salvadora de que el que era rico se hizo pobre por
amor a nosotros.
Jesús tomó la "forma"
de siervo
Asumió
la forma de un esclavo. La palabra que usa Pablo aquí es otra vez morfé,
que ya hemos visto que quiere decir la forma esencial. Pablo quiere decir
que cuando Jesús se hizo hombre no se limitó a representar un papel, sino la
pura realidad. Anteriormente se menciona de los profesionales en representar
muy bien un papel, pero que no es real, nada de lo que hacen es real. No fue
como los dioses griegos, que a veces, según la mitología, se presentaban como
hombres pero guardaban sus privilegios divinos mientras
que Jesús se hizo hombre de veras. También les mencione de los dioses y
semidioses mitológicos que mantenían en zozobra a los mortales al abusar de su
poder. Jesús vino a servir.
Jesús Se hizo semejante a los hombres
Haciéndose
en todo como los hombres. "Haciéndose"
es
una parte del verbo griego «guínesthai».
Este verbo describe un estado que no es permanente. La idea es la de
llegar a ser, hacerse, y describe una fase de cambio que es totalmente
real, pero que pasa. Es decir: la condición humana de Jesús no era un estado
Suyo permanente; fue absolutamente real, pero transitorio. Jesús nació de
mujer. Circuncidado al octavo día
Jesús hallándose en la condición de hombre
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Rompiendo la tierra con Él por delante |
Jesús vino con una apariencia humana que todos
podían reconocer. Pablo
insiste en lo mismo. La palabra se traduce por "condición", y se ha traducido por «apariencia» es sjéma, y se ha visto es una forma que cambia. No sé cual sea en
estos momentos tu condición o apariencia real y seguramente si la conociera no
podría entenderte; lo que sí sé, es que hay alguien que te entiende porque en
su condición humana cargó todo el peso que agobia a la humanidad sobre sus
hombros y el Padre le dio un nombre, que es sobre todo nombre
"KIRIOS" SEÑOR. Nadie llama Señor a Jesús sino es por el Espíritu,
pues es Él quien lo revela. No permitas que ningún hombre se enseñoree de ti y
si decides llamarle Señor a Jesús es porque estarás dispuesto a hacer su
voluntad. Él dijo: «Ustedes me llaman Señor pero no hacen mi voluntad» «No todo
el que diga Señor, entrará al Reino de los Cielos» Termino con las siguientes
palabras de un verdadero Rey y Señor a quien le han confiado todo:
Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que
están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi
yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y
encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga
que les doy es liviana». (Mateo 11:28,30)
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