En
las batallas de todos los días por levantarme, hoy me dirigí a la ventana para
sentir el aroma fresco de la mañana y contemplar el hermoso cielo azul que
parece esconderse detrás de las nubes grises y blancas, nubes que anuncian la
bienvenida del verano y la despedida del invierno y se ven apresuradas por las
vísperas del año que ya hizo acto de presencia según el cronos humano, mientras
el kairos de Dios se muestra a los que han nacido de nuevo, de arriba, del
espíritu.
Se
me hace difícil pasar desapercibido el transitar de vehículos, motos,
bicicletas y personas caminando de prisa dirigiéndose a su objetivo, pero
percibo en su forma de caminar y sus miradas a personas que van hacia donde no
desean ir y otras que no saben hacia donde van, de pronto veo a un niño con un
hacha empuñada en su mano descargando toda su fuerza sobre su oponente que yace
tirado y quién se resiste a ceder las exigencias de su adversario, mientras una
señora lo observa y le indica cómo
hacerle más daño al que al final no ofrecerá más resistencia de aquella que por
naturaleza tuvo estando en vida y hoy está destinado a convertirse en cenizas.
En
manos del artífice este indefenso cuerpo inerte puede ser convertido en una
obra en la cual muchas personas confiaran su protección, cuando ésta necesitará
ser llevada con cuidado por su fragilidad y ser restaurada cuando fuera dañada,
que es precisamente lo que necesito yo, así que confiaré en el Artífice Eterno
que me diseñó y que hoy lo necesito para mi restauración, la cual es inminente
y no confiaré en la obra hecha por hombre alguno.
«¿A quién, pues, asemejarán a Dios, o con qué
semejanza lo compararán? El artífice funde el ídolo, el orfebre lo recubre de
oro y el platero le hace cadenas de plata. El que es muy pobre para tal ofrenda
escoge un árbol que no se pudra; se busca un hábil artífice para erigir un
ídolo que no se tambalee. ¿No saben? ¿No han oído? ¿No se lo han anunciado
desde el principio? ¿No lo han entendido desde la fundación de la tierra? Él es el que está sentado sobre la redondez
de la tierra, cuyos habitantes son como langostas. Él es el que extiende los
cielos como una cortina y los despliega como una tienda para morar. Él es el
que reduce a la nada a los gobernantes, y hace insignificantes a los jueces de
la tierra. Apenas han sido plantados, apenas han sido sembrados, apenas ha
arraigado en la tierra su tallo, cuando Él sopla sobre ellos, se secan, y la
tempestad como hojarasca se los lleva. (Isaías 40:18,24)»
Regresemos
a observar al niño. Está realizando una tarea de un adulto, mientras que
debería estar jugando y disfrutando de las mieles del hogar, del resguardo de
su padre y de los delicados cuidados de su madre, hasta convertirse en un
hombre emocionalmente fuerte para hacerle frente a las vicisitudes que
encontrará en su caminar, porque camino se hace al caminar. Cuando acertaba con
fuerza un buen golpe a su rival, el hacha quedaba incrustada en su oponente
como sí este la sujetara para no ser más lastimado, ahora lo levantaba con su
hacha y lo golpeaba contra el suelo pavimentado, ya cansado detenía su ataque y
apoyaba sus manos frágiles sobre sus rodillas. A su corta edad le era difícil
localizar las zonas vulnerables de su oponente y le vi frustrado con deseos de
abandonar la batalla al ver fallidos sus ataques.
Recuerdo
que al oír el sonido de batalla me dirigía de prisa para observar a mi mentor,
mi abuelo y padre, quién sujetaba con sus enormes brazos fuertes y velludos el
hacha afilada con un cabo hecho de árbol de pimienta muy pesado. En sus manos
era una arma letal y frente a él se encontraban amontonados sus oponentes
esperando su destino, con un ataque mortal hacia que su oponente se partiera en
dos, a estos le seguían ataques hasta dividir en muchas partes a su oponente.
Yo me impresionaba y quería hacer lo mismo, pero él me retiraba del lugar para
evitar que pudiera salir lastimado por una parte desprendida del adversario o
que el hacha se desprendiera del cabo; es hermoso que te cuiden, que se
preocupen por ti, no pude evitar que las lágrimas arribaran en mis mejías al
considerar el privilegio que tuve al tenerlo a él en mi vida y todo gracias a
la infinita misericordia de DIOS.
El
momento llegó cuando mi viejo me permitió empuñar el hacha seguido por
múltiples recomendaciones y no estaba dispuesto a fallarle, pues se veía tan
fácil, pero no era capaz de levantar el hacha y mucho menos dirigir mi ataque a
tan diminuto oponente, el que pensé aniquilaría de un sólo golpe y mi carismático
viejo sólo se sonreía al ver mi frustración, sabía que él estaba de mi lado y
que no se burlaba de mi debilidad, al contrario, eso me animaba porque sabía lo
exigente que era cuando encomendaba una misión y además me había advertido de
lo que podía pasar. Aprendí que se requiere práctica para desarrollar de manera
eficiente una tarea.
Mi
viejo poco a poco me fue mostrando los puntos débiles de mi oponente, de cómo
lanzar un ataque y la forma en que debía
preparar mi arma para que el ataque fuera letal y que no diezmara mis fuerzas. Tengo presente su frase «yo aguanto un año
para que me aguanten un segundo» eso se debía a que poseía una gran paciencia,
pero cuando llegaba al límite había que poner las barbas en remojo y en ese
entonces como no tenia barba, hacia mi acto de magia, desaparecer, hasta que la
marea había bajado.
«Por ejemplo, un hombre va con su vecino a un
bosque a cortar leña; al levantar sus manos un hacha para cortar un árbol, se
le zafa el hacha del mango y golpea al otro de modo que muere. Ese hombre podrá
huir a una de esas ciudades de refugio y vivir. (Deuteronomio 19:5)» Aquí
la Ley de Moisés decreta protección a quien accidentalmente hería de muerte a
otra persona al estar haciendo uso de un hacha, pues es una tarea muy riesgosa.
Este era el motivo por el cual mi viejo me daba instrucciones precisas.
El establecimiento de la
ley que regía entre la sangre del asesinado y la sangre del homicida; se hace
provisión de que las ciudades de refugio sean una protección, para que no muera
el hombre por un crimen que no fue intencional. En Cristo, el Señor que es
nuestra Justicia, se da refugio a los que por fe acuden a Él. Pero no hay
refugio en Jesucristo para los pecadores presuntuosos que siguen en sus
transgresiones. Los que acuden a Cristo de sus pecados, se encontrarán a
salvo en Él, no así, quienes esperan que Él los escude en sus pecados.

Es importante que
desarrollemos emociones estables para hacerle frente a todo aquello que nos
puede desestabilizar y aunque nuestra alma se haya saturado con decepciones,
desprecios, desamores y toda clase de vicios, hoy tenemos la oportunidad de
empezar de nuevo, naciendo de arriba, como lo explicó Jesús a Nicodemo, quien
le fuera a visitar de noche para que no lo vieran con Él por temor de los
fariseos, quien pensaba que para nacer de nuevo, debía volver al vientre de la
madre, pero eso sólo volvería a producir los mismos vicios de la carne.-
Q sabiduria la de tu abuelito, cuantas ensenanzas practicas te dejo, una de ellas la perseverancia y otra la paciencia, de ellas ya no mucho se conoce, estos son los tiempos de la practicidad y la impaciencia, del microondas y la vida practica... quien posee esas virtudes es un gran ejemplo. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librara Jehova, el oro para que brille debe ser refinado, y Dios no permite la prueba por injusto sino para ver en quien esta puesta nuestra confianza y de que tamano esta nuestra fe; pero en todo esto, se va adquiriendo la paciencia y es por la perseverancia, mientras tanto nuestro enemigo, gigante, se va achiquitando hasta que es derribado o huye como es su naturaleza, mientras que nosotros salimos APROBADOS, ganando la promocion al otro nivel, HACIA ARRIBA, PORQUE ASI ES LA SENDA DEL JUSTO, COMO LA LUZ DE LA AURORA, manifestandose poco a poco, pero DE AUMENTO EN AUMENTO HASTA QUE EL DIA SEA PERFECTO. Q dificil mantener el gozo cuando nos hallamos en prueba, pero perseveremos, porque el que persevere hasta el fin, SERA SALVO.. Un poquito mas y el que ha de venir VENDRA. Nuestro esfuerzo esta siendo tomado en cuenta, no solo por los que nos rodean, sino por el que nos promueve, y al que venciere, LE DARA LA CORONA DE LA VIDA... Asi que prosigamos hacia la meta... ANIMO QUERIDO AMIGO...ANIMEMONOS MUTUAMENTE . :-) BENDICIONES !!
ResponderEliminarGracias Patty por tus confortables palabras en cuando a la perseverancia. Debemos confiar en nuestro Artífice, en nuestro Alfarero, quien comenzó la buena obra en nosotros y la perfeccionará. Es Dios el único que pudo justificarnos a través de Cristo Jesús, nuestra ciudad de refugio, nuestro escudo y pronto auxilio en nuestras necesidades y como dijera el salmista: Pacientemente esperé en Jehova y el me oyó desde su monte santo y no fue avergonzado, porque la esperanza en Dios no avergüenza, ya que Él llega justo a tiempo. Bendiciones.-
EliminarGracias por compartir Maynor, muy edificante la lectura. Que Dios te bendiga y te guarde. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo hay nada más hermoso que el legado de nuestros antepasados. Todos nuestros abuelos y padres han luchado por dejarnos un buen legado, un buen nombre, etc., nosotros, también luchamos por lo mismo. Instruímos a nuestros hijos con el único propósito de marcar una buena huella en sus vidas y que éstos sigan con el mismo legado para nuestros nietos y futuras generaciones.
ResponderEliminarYo personalmente, me siento orgullosa por el legado de mis abuelos y padres, pero el mejor legado es el de Cristo Jesús, este legado que no tiene precio!!!!!
Me llama la atención el niño con la tarea de leña en la espalda, los Derechos Humanos hoy en día condenan este hecho, pero haciendo memoria, mis tíos, padres y abuelos han crecido bajo este yugo de trabajo desde niños también y hoy en día son hombres y mujeres esforzados en sus quehaceres diarios, pero, por lo mismo, por el legado de enseñanza que les fue otorgado.
Debemos cultivar este legado con equilibrio, inculcando en nuestros hijos a realizar tareas que les ayuden en el futuro para ser personas completamente independientes, libres y certeros en lo que anhelan, así como lo inculcaron en muchos de nosotros queridos lectores.
Para todos aquellos que sus antepasados le crearon un des balance emocional, en Cristo nuestras emociones son estabilizadas, pues todo se realiza en esa roca inconmovible. Todo lo efímero se vuelve sustentable para las siguiente generaciones.-
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