Era mi tercera vez que me incorporaba al área de
terapia física y estaba esperando la cita programada con el terapeuta, hasta
que llegó el día ansiado y después de esperar mi turno, por fin fui llamado por
la enfermera, entré al consultorio, donde el doctor me esperaba y después de un
saludo sombrío, él, sin tacto alguno me dijo: «su caso está concluido». Esta
vez no sentí ese abismo abriéndose para tratar de absorberme, como en la
consulta anterior, cuando me dijo: «ya no se puede hacer más, así que le
suspenderemos la terapia». Me sentí triste por un momento y luego aliviado,
porque había hecho mi mejor esfuerzo y que desde ese momento todo dependería de
mi Dios, ya que los hombres no podían hacer nada por mí.
En mi última fase de terapia pude compartir con más
personas con diferentes problemas físicos, yo era el único que llegaba en silla
de ruedas y eso ocasionaba que fuera observado frecuentemente, cuando disponía
ponerme de pie y con mucho esfuerzo subirme a la bicicleta, que no conseguía
hacerlo solo, por más que lo intentaba, hasta solicitar ayuda para subirme, sentarme
y que mis pies estuvieran bien sujetados a los pedales, para ese entonces ya
estaba sudando y mis piernas se movían sin control alguno. Después de un buen
rato de ejercicio, empezaba la rigorosa acción por bajarme, pero con gran
regocijo por haber articulado mis piernas en forma sincronizada, algo tan
simple de hacer por los demás que estaban ejercitándose en las otras bicicletas
En el ambiente legal, comercial, médico, académico,
político y amoroso, se dan con frecuencia los casos concluidos por diversas
razones, ya sea porque llegan a feliz término o porque ya no se puede hacer
nada al respecto, situación que a diario se vive en las salas de los intensivos de hospitales, por muy equipado y
con el mejor grupo de especialistas. Allí mismo se dan casos concluidos,
después de haber finalizado una labor de parto,
donde los llantos del tan ansiado ser, causan un sentimiento muy
agradable y así hemos visto infinidad de casos, otros que vendrán, muchos de
ellos se escaparan de nuestras manos,
otros debemos afrontarlos de la mejor manera.
Para que un caso se dé por concluido, primero
deberá aperturarse, luego darle el
debido proceso y finalmente resuelto, darse por concluido. Parece un poco
extraño que se dé por concluido un caso de corrupción, sin llevar a políticos
tras las rejas; darle caso concluido a un paciente, a quien no se le ha dado su
debido proceso, sólo porque hay que reducir presupuesto hospitalario, o en el peor
de los casos, porque el medico realizó una evaluación subjetiva ese día, porque
estaba cansado, enojado, etc. Resulta que todo proceso humano es susceptible a
equivocarse en su desarrollo, ser archivado un informe o desaparecida una
evidencia y asumir que se aplicó la justicia; o que el galeno hizo todo lo que
pudo, pues llegó alcoholizado ese día y dejó una pinza dentro, que provocó el
deceso del paciente… sólo por citar ejemplos.
Trataré de hacer mención de un proceso que se aperturó
en los cielos y se desarrolló en la tierra para después ser cerrado en el mismo
cielo ante tantos testigos y que hoy resuena en mi corazón esa famosa frase «CONSUMADO ES». El tan ansiado momento
del cumplimiento del cese de tanto sacrificio, de animales que sólo hacían
recordar lo viles que somos y lo impotentes de poder de una vez y para siempre,
desarraigar el pecado de nuestras almas viciadas y entumecidas, ¡Oh, hasta
cuando cesará el sacrificio y lograremos conciliarnos con nuestro Creador y sea
quitada la ignominia y oprobio de
nuestro ser! ¿Dónde está ese redentor, conciliador que nos librará de nuestras
cadenas de impiedad?
Consumado fue, pues la última flecha salida de la
aljaba de Satanás había sido arrojada contra Ti; la última insinuación
blasfema, la última tentación perversa había extinguido su furia en Ti; el
Príncipe de este mundo Te había inspeccionado de la cabeza a los pies, por
dentro y por fuera, pero no encontró nada en Ti. Ahora Tu prueba ha terminado,
has consumado la obra que el Padre te encomendó, y la terminaste de tal manera
que el propio infierno no puede acusarte de ninguna imperfección. Y ahora,
considerando Tu perfecta obediencia, Tú dices: «Consumado es», y nosotros, Tu
pueblo, creemos llenos de gozo que así es. AMEN!
Pero además, el Salvador quiso decir que la
satisfacción que Él dio a la justicia de Dios había sido consumada. Ahora
la deuda había sido saldada hasta el último centavo. La expiación y la
propiciación fueron hechas de una vez por todas y para siempre, por medio de
esa única ofrenda hecha en el cuerpo de Jesús en el madero. Allí estaba la
copa; el infierno estaba en ella; el Salvador la bebió: no dio un trago y luego
una pausa; no dio un sorbo y luego un descanso; sino que Él la agotó hasta que
no quedó ni un solo residuo correspondiente a alguien de Su pueblo.
El gran látigo de diez correas de la ley fue
desgastado en Su espalda; no ha quedado ningún azote para golpear a alguien por
quien Jesús murió. El gran cañoneo de la justicia de Dios ha utilizado todas
sus municiones; no queda nada que pueda ser lanzado contra un hijo de Dios. ¡Oh
justicia, tu espada está envainada! ¡Tú trueno está silenciado, oh Ley! Ahora
no queda nada de todas las aflicciones, y dolores, y agonías que debieron haber
sufrido por sus pecados los pecadores elegidos, pues Cristo ha soportado todo
por Sus propios amados, y «consumado es».
Grandioso Dios, haz que el pecador quiera ser salvado,
pues él quiere ser condenado, y no quiere venir a menos que Tú le cambies su
voluntad! ¡Espíritu eterno, fuente de luz, de vida, y de gracia, desciende y
conduce a casa a los extranjeros "Consumado es." Pecador, ya no hay
nada que todavía deba hacer Dios. "Consumado es;" y no hay nada que
debas hacer tú. "Consumado es;" Cristo ya no necesita sangrar.
"Consumado es;" no necesitas llorar. "Consumado es;" Dios
el Espíritu Santo no necesita tardarse por causa de tu indignidad, y tú no
necesitas esperar por causa de tu impotencia. "Consumado es;"
cualquier piedra de tropiezo es rodada fuera del camino; las barras de bronce
han sido rotas, las puertas de hierro se han hecho pedazos.

Ahora te toca a ti, ir a buscar al pobre hombre
desdichado y desesperado, que se ha rendido, no solamente a la muerte, sino a
la condenación; aquel que dice: "no puedo escapar del pecado, no puedo ser
salvado de su castigo" Dile: "El camino de la salvación está
consumado de una vez por todas" Y si te encuentras algunos cristianos
profesantes que se debaten en dudas y temores, diles: "Consumado es".
Vamos, tenemos cientos y miles que realmente han sido convertidos, pero que no
saben que "Consumado es". Nunca saben que están seguros. No saben que
"Consumado es" Piensan que hoy tienen fe, pero que tal vez se pueden
volver incrédulos mañana. No saben que "Consumado es". Esperan que
Dios los acepte, y hacen algunas cosas, olvidando que el camino de aceptación
está consumado.
Excelente tema, consumado es Maynor, por eso no dejes de compartir todo lo que Dios te da. Ahora que he estado en los hospitales orando por los enfermos me llama la atención el caso de una princesita a quienes los doctores la habían consumado, se fue al Rooselvelt y estoy pendiente de ella en oración.
ResponderEliminarJamás olvidadaré las palabras del médico que dio caso consumado en mi pequeña y ahora la veo llena de vida y salud, infinita misericordia!!!!, todo esto te lleva a un crecimiento más de la fe, no puedes ser el mismo después de haber vivido una experiencia como esta.
Dios está interesado en que el hombre le conozca, por eso permite casos "concluídos" para que podamos depender completamente de El y así crecer espiritualmente en nuestra fe.
Ahora que haz experimentado nuevamente esta etapa en tu vida, quiero que sepas que es hoy cuando debemos depender por completo de Dios, aférrate a su promesa..."Aquel que la buena obra empezó...será fiel en completarla en tí!!!!!!"
Bendiciones queridos lectores!!!!!!
Gracias Aguila1!!! El consumado de Jesús fue un caso concluido que llego a un feliz termino, pues de no haberse consumado el pago total para el cumplimiento de la justicia de Dios, caso contrario, una gotita de esa copa hubiera sido suficiente para aniquilarme. Gracias a ese amor infinito, ahora gozamos de vida y en abundancia, es decir eterna, pues nuestro destino es habitar con el Eterno !ALELUYA!
Eliminar"Hola mi estimado hermano Maynor, gracias por ese privilegio, quiero bendecir primero a mi Amado Padre por usarte y a ti por dejarte ser un instrumento de su palabra, gracias por ver lo que a gritos pido a mi Dios. Que tu vida sea más que bendecida y que esa intimidad sea fortalecida con tu Amado Padre. Te mando un fuerte abrazo :-)"
ResponderEliminarGracias Maynor por estas palabras de sabiduría que nos has escrito. indudablemente que eres instrumento de Dios. muy amado por Jesús a quien honras en tus escritos y en tu vida.me gozo y recibo la bendición de mi padre eterno de Quien eres un instrumento. no te imaginas cuanto aliento confort, ánimo y bendición ha sido los leer los temas de tu Blog
ResponderEliminarMe regocijo en saber de que Dios tiene cuidado de cada uno de sus hijos y del amor que tiene del pecador. Nosotros hemos sido llamados para ser embajadores de reconciliación, pues el hombre no puede vivir lejos de su Creador, no importa como quiera cubrir su desnudez, Si Dios no lo cobre, siempre andará en ignominia.-
Eliminar