De la silla de ruedas
al uso del andador

La
travesía de que me trasladaran de la cama, a una silla de ruedas, y tener ese
privilegio de acercarme a la ventana para permitirle al viento acariciar mi
rostro: son acontecimientos que han marcado mi ser. No me sentía bien que las
personas me observaran, y cuando por fin llegue a usar un andador, decidí salir
a sentarme a la acera de mi vecino, porque frente a la casa de mi hermana no
hay. Al llegar al lugar de destino, con mucho esfuerzo procuro sentarme con la
suavidad que lo hace una persona normal, pero al relajar los músculos, en décimas de segundos mi
trasero está en la acera. Esto, más que dolor, me causa risa. Ese lugar se ha
convertido en mi favorito para escuchar música, leer, llorar, y saludar a todos
los que van y vienen. Los primeros días escondía el andador por picardía, no
negaré que me agrada las miradas chispeantes de una fémina, y no quería
decepcionarlas, jajaja ¡Que considerado de mi parte! A quien engaño. El andador
es el centro de atención, es lo primero que las personas ven, luego dirigen la
mirada a quien lo usa. Esa mirada de conmiseración en los primeros días me
turbaba, pero ya lo supere.
El canto de la amada
Ah, sí me
besaras con los besos de tu boca... ¡grato en verdad es tu amor, más que el
vino! Grata es también, de tus perfumes, la fragancia; tú mismo eres bálsamo
fragante. ¡Con razón te aman las doncellas! ¡Hazme del todo tuya! ¡Date prisa!
¡Llévame, oh rey, a tu alcoba!
La dama me besó y mi
corazón se derritió
Lo
que me motivo a escribir es para darles a conocer que ya hace días, alguien me
ha estado asechando, y tengo el presentimiento que esta persona me quiere
obligar a hacer algo. Empezó abrazándome cada vez que me veía; ahora me besa.
He tratado de evitarlo, pero honestamente me gusta. Hoy cuando lo intentó
hacer. La detuve para dárselo yo, y no quiso, así que nuevamente me besó, y fue
entonces que comprendí que esta bella dama, lo que quiere es que yo bese a
otras personas. ¿Qué le parece? Lo natural de dar un beso es ser correspondido,
realmente un beso cálido y sincero es como beber agua fresca en un desierto. Ya
no quiero salir, pues de seguro me verá, y no se detendrá para abrazarme, y
besarme ¿A quién podría yo abrazar y besar como lo hace la bella dama? No dudo
que hay muchos como yo, deseando un abrazo y un beso.

La
dama en cuestión trabaja en la municipalidad de la localidad en servicios
generales (limpieza). Por la tarde regresa a casa cansada, pero una hora
después se aventura a la venta de diversos productos alimenticios. En ocasiones
lleva paches, tamalitos de chipilín, de ejote y de elote. Al verme, su abrazo
es una hermosa sonrisa, luego su enorme beso, es compartir de lo que lleva. Al
insistir en pagárselos, veo asombro, y con otro abrazo, me dice: «Por favor no
me quite la bendición» ¡Dios mío! ¿Qué está pasando? Una mujer que tiene tres
hijos, y un esposo que solamente tiene trabajo de manera ocasional, no debería
estar abrazando y besando a una persona con discapacidad. ¿Habrá aquí algún aprendizaje?
El empresario
misterioso

Dos
días atrás, un hombre que se conducía en una motocicleta, de pronto se detuvo,
y me pregunta: ¿Qué fue lo que le paso? Ante una pregunta directa de un
desconocido.... ¿qué puedo decir? solamente le dije: Tuve un accidente. De
inmediato me di cuenta que él trataba de darme palabras de consolación, pero no
le salían las palabras. Para romper el hielo, le empecé a contar de las
maravillas que Dios hace. En pocos minutos se estaba bajando de la motocicleta;
se sentó junto a mí. El empresario me contó de los problemas de su empresa. Hablamos
un buen rato, me confesó haber comprendido la bondad de Dios y lo afortunado
que era. Al retirarse, introdujo su mano en el bolsillo y después la alargó
para darme dinero, diciéndome: tome, para una su agua. En efecto, para eso
alcanzaba. Me sentí avergonzado, no por la cantidad, sino por lo incomodo. Tome
rápidamente el dinero mirando para todos lados. ¡Dios mío! ¿Qué es esto? No me
siento nada bien, pero bendice a esta persona y multiplica su provisión.
La dama conferencista

Cuando
la dama se disponía a recorrer su ruta, la llamé para preguntarle que llevaba; son tamalitos de ejote, respondió. Bien,
ahora sí, me los venderá, quiero dos. Saco una bolsa para meter tamalitos, y fueron
más de dos. Le dije que por favor me los cobrara porque era su negocio y, al no
hacerlo, no tendría ganancias. Nuevamente me abrazo diciéndome: Haciendo esto, mi negocio prospera. Mis
estudios de economía, y la reingeniería de procesos de la maestría que obtuve,
era conocimiento escueto, ante esta vivencia de una mujer, que si bien le fue,
estudió la primaria. ¿Qué clase de economía es esta? De tanto abrazo y beso, el amor
por fin emerge de lo más profundo. Me sentía tan motivado, como si
hubiera participado en una conferencia disertada por un motivador ampliamente
reconocido a nivel internacional. Yo mismo he disertado conferencias
motivacionales sobre inteligencia emocional, y la dama en cuestión se había
convertido en una conferencista celestial. Lo que me dio, lo compartí con una
persona, con quien estoy molesto, ya que no quiere buscar un propósito en su
vida. Me sentí muy bien al hacerlo.
Un beso a nuestros
padres
Isaac dijo: Sírveme
la caza, hijo mío, que coma yo de tu caza, y así te bendeciré yo. Se la sirvió,
y él comió. Le trajo vino, y bebió. Isaac le dijo: Acércate y bésame, hijo mío. Que maravilloso drama
vivido entre padre e hijo; un anciano que ya no veía, pero que estaba a punto
de darle una bendición a su hijo, que marcaría la historia de la humanidad.
Mi
madre al enterarse que alguien se interesaba por mí, en mi condición, dijo:
«Quien a mi hijo besa, mi boca endulza» Ella, cuando me presentaba con sus
amigos, decía: Mi hijo es profesional, ha viajado a muchos países. Me sentía un
poco extraño, pero me agradaba que se sintiera orgullosa de mí. Cuando vio a su
hijo discapacitado, lloraba y lloraba, porque habían lastimado a su hijo menor,
su orgullo. Como familia estamos superando esta etapa. Los vientos pronto serán
favorables. Mi abuela decía: «Los amigos de mi hijo, son mis amigos». Ella
soñaba verme convertido en todo un profesional, vestido con saco y corbata.
Quien quiera agradar a mi madre, no le será difícil, besen a su hijo y endulzaran su boca. Para hacer las paces con el
Padre hay que besar al Hijo. «¡Oh, si él me besara con besos de su boca!»,
era la oración de la iglesia (Cnt_1:2). Besémosle, que ésta sea nuestra
empresa. En realidad, primero hay que ser besado por el Hijo, antes que
nosotros le besemos a Él en nuestra piedad.
Besad al Hijo para
que no se enoje
Judas
traicionó a su Maestro con un beso, y con todo, Dios lo manda y expresa amor en
esto; aquello que es posible abusar, no por eso tiene que ser abandonado;
tergiversar una cosa, no significa que tenga que ser abandonada, sino que las
cosas buenas que han sido desviadas para usos impropios por algunos, pueden ser
vueltas a su bondad primitiva. Por tanto, consideremos y engrandezcamos la
bondad de Dios que nos ha traído al punto en que podamos besar al Hijo; expresar
este amor está en nuestras manos. Dios es amor, puede estar airado; entonces,
este Dios que está airado aquí, es el Hijo de Dios, que ha hecho tanto por nosotros,
y por tanto está airado justamente; Él es nuestro juez, y con razón hemos de
temer su ira; y, finalmente, podemos ver lo fácil que se aparta su ira: basta
con un beso.
La misericordia y la
verdad se encontraron: la justicia y la paz se besaron
Estos
cuatro atributos divinos se alejaron de nosotros cuando Adán cayó, y se
encuentran de nuevo en el nacimiento de Cristo. Para José resultó un bien caer
en la cautividad. Para Naamán, el ser leproso. Fue bueno para Bartimeo ser
ciego, y para David, el que se hallara en medio de la tribulación. Un ministro dio
más gracias a Dios por sus prisiones, que por diversiones o placeres. Todas las
cosas redundan en bien para los fieles, y así la misericordia y la verdad de
Dios se encuentran, la justicia y la paz se besan. Para mí, resultó un bien el
ser llevado al desierto, y gemir por providencia, pues mi discapacidad está en
mi alma y en mi cuerpo, pero mi espíritu goza de infinito amor.
El
Salmista continúa diciendo: La verdad
brotará de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos. El SEÑOR dará
también el bien; y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él;
y sus pasos, pondrá en camino.
Y la justicia mirará
desde los cielos
Como si abriera de par en par las
ventanas y se asomara para contemplar a un pueblo arrepentido, a quien no veía
antes sin una indignación que habría sido fatal para ellos. Esta es una escena
deliciosa. La tierra ofrece flores de verdad, y el cielo brilla con estrellas
de santidad; las esferas se hacen eco la una de la otra, o son espejos de las
hermosuras de las otras. «La tierra alfombrada de verdad y con un
dosel de justicia» será un cielo acá abajo. Cuando Dios hace descender
su mirada con misericordia, el hombre hace ascender su corazón en obediencia.
Mayno .bendiciones y saludios para ti . muchas gracias njuevamente por comparirme este artículo. debes de saber QUE LO LEÍ CON DETENIMIENTO y lo que has escrito son verdades que me hacen reflexionar que a veces uno nop entiende las escrituras , menos este pasaje de cantare que ahora tien sentido para MI. TE BENDIGO EN EL NOBRE DE dIOS Y ESPERO PODER VISITARTE EN LO MAS BREVE QUE PUEDA, pues tus palabras son de bendicion para mi vida..
ResponderEliminarEs grato para mi, que me beses de esta manera, un beso de sinceridad y animo para seguirlo haciendo. Bendiciones para todos mis lectores, que aunque no comentan, se que aclaran sus ideas en cuanto al conocimiento de Dios en las Escrituras.-
EliminarHOLA, MI SECO DIENTECITOS DE MAIZ TIERNO!!! QUE LINDO TEMA, COMO SIEMPRE TU QUERIENDO ENVIAR EL MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR A TUS LECTORES. CUANDO EMPECE A LEER ME SENTI CELOSA, LO CONFIESO,,, PERO LUEGO ME DI CUENTA DEL MENSAJE. BENDICIONES SECO DE MI CORAZON!!!
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