«Mil cortes en las hojas del árbol del mal equivalen a uno solo en las raíces». Sólo podemos lograr una mejora considerable en nuestras vidas cuando dejamos de cortar las hojas de la actitud y la conducta y trabajamos sobre la raíz, sobre los paradigmas de los que fluyen la actitud y la conducta. (Thoreau)

sábado

El mandato cultural, tu Cristo y tus cristianos

"Me gusta tu Cristo... No me gustan tus cristianos. Tus cristianos son tan diferentes a tu Cristo" (Mahatma Gandhi).
¿Que es un verdadero cristiano?
“Mandato cultural” frase que me ha sido imposible expulsarla de mi cabeza. ¿Por qué antes no supe de ella?  Me sucedió lo mismo con la venida del MESÍAS. De nada me valió nacer en una religión o puede que sí, porque la confusión deprime y nos hace buscar respuestas. Una mañana como muchas, acompañada de dolor corporal y con mucho sueño, pero sin poder dormir, decido sintonizar la radio y me encuentro a un personaje, quien se caracteriza  por su elocuencia y propiedad en su discurso, hablando sobre labrar la tierra. No mencionaré su nombre por el prejuicio de muchos. De pronto el sueño y el dolor, o se fueron o, decidieron escuchar conmigo tan enriquecedor tema. Dicho tema se centró en el labrar y cultivar la tierra. Explica la etimología de cultura, la que se deriva de culto y cultivar y la cosmovisión que debe aplicarse. Esto me inquietó a investigar más a fondo sobre lo relacionado a “Mandato Cultural”

El mandato cultural o mandato de la creación es el mandato soberano que se encuentra en Génesis 1:28, en la que Dios, después de haber establecido el mundo y todo en él, de hacer responsable a la humanidad de las tareas de llenar, someter y gobernar sobre la tierra. Ha servido de plataforma entre los pueblos cristianos y judíos de todo tipo de actividades culturales: el compromiso económico, la investigación científica, la exploración literaria, la expansión militar, y alternativamente, la explotación, así como las respuestas a los conservacionistas del medio ambiente natural. Al sonar de la trompeta le sigue la declaración: _"Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra" Prefiguración de otros mandatos de la Biblia. Noé recibió el encargo de _"Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra". La Gran Comisión es un mandato similar: _"Id, pues, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos ... enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado."

El mandato cultural, por sí mismo, sólo trata de descubrir los principios bíblicos que se refieren a la gestión humana de la tierra, y de la sociedad, incluyendo la ley civil. La conexión es aún más remota, entre esta motivación teológica y los que ven a sí mismos como "la implantación del Reino de Dios en la tierra ahora" El mandato presenta un enfoque holístico, cosmovisión bíblica, que los proponentes creen que conducen a la libertad y a la felicidad. Tiene que ver con la convivencia pacífica y armoniosa de la sociedad.  La reforma de Lutero y Calvino eran el inicio de un movimiento que debía traer libertad a la humanidad, libertad que fue comprada con gran precio y proclamada por sus discípulos. Antes de este oscurantismo religioso que requirió de la reforma. Roma tenía sometida a sus conquistados, a grandes cargas de impuestos. Los religiosos habiéndose aleado al tirano conquistador, también imponían cargas sumamente pesadas a todo aquel que se quería acercar a Dios. En medio de esa situación hostil se deja oír la declaración: _“Vengan a mí, todos los que están agobiados y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus vidas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

Muchas son las veces que oído predicar acerca de esta invitación, pero me atrevería a decir que muy pocos han tratado de trasladarse a esa época y estar en las sandalias del Maestro. De lo que veía y sentía al ver a las multitudes oprimidas y agobiadas. Jesús hablaba a las personas que estaban tratando desesperadamente de encontrar a Dios, y de ser buenas, pero que estaban encontrándolo imposible, y que se hallaban sumidas en el agotamiento y la desesperación. Los veía rendidos bajo sus cargas. Para un judío ortodoxo, la religión era cosa de cargas. Jesús dijo de los escribas y los fariseos: _«Atan cargas pesadas e insoportables, y se las ponen a los demás sobre los hombros» Para ellos la religión era cosa de reglas interminables. Se vivía en una selva de normas que regulaban todas las situaciones de la vida. Se tenía que estar escuchando constantemente: "No hagas eso”.

Yugo ligero
Jesús nos invita a tomar Su yugo sobre nuestros hombros. Los judíos usaban la palabra yugo con el sentido figurado de someterse a algo. Hablaban del yugo de la Ley, el yugo de los mandamientos, el yugo del Reino, el yugo de Dios. Pero puede ser que Jesús tomara las palabras de esta invitación de algo mucho más próximo a Su hogar. Dijo: _"Mi yugo es fácil. La palabra fácil es jréstós, en griego, que quiere decir realmente que encaja bien. Es decir: que el yugo se hacía a medida, como una prenda de vestir, para que le encajara bien al buey.  Lo que esto quiere decir es: "La vida que Yo te doy no es una carga que te desuelle; tu misión está diseñada a tu medida para que te vaya bien. Lo que quiera que sea que Dios nos proponga encajará exactamente con nuestras necesidades y habilidades.

_"Mi carga es ligera”. Como decía un rabino: _«Mi carga se ha convertido en mi canción.» No es que sea siempre fácil de llevar; pero se nos impone con amor; se nos propone llevarla con amor; el amor hace ligeras hasta las cargas más pesadas. Cuando recordamos el amor de Dios, cuando nos damos cuenta de que nuestra carga es amar a Dios y amar a nuestros semejantes, entonces nuestra carga se convierte en nuestra canción. Una vez un chiquillo que llevaba a cuestas a otro aún más pequeño, que era cojo; un hombre le dijo: _Esa es mucha carga para que tú la lleves_  Y el chiquillo respondió: _"No es una carga, señor; es mi hermanito._ La carga que se impone con amor y se lleva con amor, es siempre ligera.

Leudando la masa
Estoy seguro que estamos haciendo las cosas totalmente diferentes al mandato de nuestro Creador y su magnífico revolucionario “CRISTO”, a quien envió como el camino, la verdad y la vida. Estoy sorprendido de la creciente expansión del evangelio en Guatemala, de la acogida que ha tenido las buenas nuevas que les han presentado, y allí es donde al parecer se encuentra el problema, en la clase de noticia dada. Escuché por allí que un 40% de cristianos están ocupando puestos públicos. De estar infectados de la visión del MESÍAS, del Jesús Cristo, ya se hubiera conquistado no sólo nuestra sociedad guatemalteca, sino Centro América y el Caribe. Porque un poco de levadura es suficiente para leudar toda la masa, pero obviamente se está refiriendo a una buena levadura. _Ustedes son la luz del mundo, sin mayor explicación, sabemos que se trata de iluminar en donde tinieblas hay. Dejando claro, de que una luz no debe ser dejada debajo de la mesa, sino colocada en un lugar alto para que alumbre. _Ustedes son la sal del Mundo, los que le dan sabor a lo desabrido e insípido. Como dijo el salmista: _Aderezas mesa delante de mis angustiadores. Esa es la función de la sal en medio de la angustia,” aderezar” Pero considerando que si la sal pierde su sabor, es tirada y hoyada por los hombres, pues no sirve para nada.


Doce hombres infectados por su maestro, fueron capaces de afectar no sólo a Jerusalén y Samaria, sino a las naciones, pero sucedió algo, y vino un oscurantismo religioso, dando el surgimiento de una reforma, que fue mal entendida por muchos, según sus propios deseos. Unos se convirtieron en seguidores de Lutero, otros de Calvino, para hacerse de un nombre. Hoy en el presente oscurantismo surgen infinidad de grupos proclamando ser ellos los que tienen la verdad. Arrogancia que mantiene inoperante el verdadero Evangelio. Pablo fue testigo de la arrogancia de su tiempo, cuando unos decían ser de Pablo, otros de Pedro, otros de Apolos y otro grupo de Cristo. ¿Qué vamos a hacer? ¿Dónde está la sal, la luz y la levadura que necesita el mundo? Mundo por el cual Dios mandó a su hijo, por amor a los Suyos, a lo que creó y dio la potestad de labrar, cuidar y edificar para su bienestar.

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