
La Iglesia ya había entrado en la Gran Apostasía. Ella había conquistado al Imperio Romano; pero en realidad el Imperio había conquistado a la Iglesia, no aboliéndola sino rehaciéndola a su propia semejanza. La Iglesia Imperial de los siglos 4o. y 5o. se había hecho una institución completamente diferente de la Iglesia perseguida de los tres siglos primeros. En su ambición de reinar, olvidó y perdió el espíritu de Cristo.
«Mil cortes en las hojas del árbol del mal equivalen a uno solo en las raíces». Sólo podemos lograr una mejora considerable en nuestras vidas cuando dejamos de cortar las hojas de la actitud y la conducta y trabajamos sobre la raíz, sobre los paradigmas de los que fluyen la actitud y la conducta. (Thoreau)
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miércoles
La iglesia mundial, estatal, privada y la iglesia cristiana
Al principio, la
iglesia Romana era la religión estatal del Imperio Romano. El término “religión
estatal” tiene una definición muy interesante: significa una religión que ha
sido ordenada por la misma nación, el rey o el emperador para el pueblo. En
otras palabras, una vez que se nace súbdito de una nación, será un miembro más de
la religión de esa nación. Si una persona es un ciudadano romano,
automáticamente entra en la religión romana. O uno no tiene nacionalidad y por
lo tanto no es miembro de la religión de ninguna nación, o él nace como
ciudadano de una nación y en consecuencia es un miembro de la religión de esa
nación. Si él está dispuesto o no, él debe creer en esa religión. No le toca a
él decidir; pues, esto ha sido decidido por el emperador. Si él depende de la
nación para su vivir, entonces debe creer en la religión de la nación. Después
que el Imperio Romano aceptó a la iglesia Romana como la religión estatal, el
número de miembros de la Iglesia igualó a la población del Imperio Romano.
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